Siguiendo el consejo evangélico de Nuestro Señor de “Dad de comer al hambriento y abrigad al que tiene frío” los Heraldos del Evangelio realizaron una donación de tomates, que a su vez habían recibido de presente, al asilo mantenido por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y al Hogar Nuestra Señora de la Paz, de la fundación Las Rosas atendido por las Franciscanas de la Inmaculada Concepción.

        Estos centros albergan en forma permanente a un centenar de personas y da alimentos y medicinas a muchos que acuden en busca de caridad cristiana.

A continuación algunas fotos…