Fue así que, recientemente, el pasado 25 de abril, en la Casa de Formación de los Heraldos del Evangelio, en San José Pinula, en las proximidades de Ciudad de Guatemala, cerca de las 15:30 horas, un joven aspirante de la institución constató con sorpresa que de los ojos virginales de la Imagen Peregrina de Nuestra Señora de Fátima corrían abundantes lágrimas.