El altar en donde el Papa Juan Pablo II celebró la Santa Misa en el cerro San Cristóbal de Santiago durante su visita apostólica en el año 1987, fue el lugar escogido para que los movimientos eclesiales de la Arquidiócesis de Santiago tuviesen un emotivo encuentro con la Imagen Peregrina de Nuestra Señora del Carmen, que su Santidad el Papa Benedicto XVI regaló a Chile por causa de la celebración del bicentenario de su Independencia.
La actividad comenzó con una procesión en donde todos acompañaron a la Virgen Peregrina entre cantos y oraciones hasta llegar a la cima del cerro, en donde se encuentra el Santuario dedicado a la Inmaculada Concepción. Al llegar, la Escuela de Adriestramiento Canino, al comando del Teniente Fernando Capo, rindió homenajes militares, mientras los fieles entonaban el himno a la Virgen del Carmen, interpretado por la banda instrumental de Los Heraldos del Evangelio. Durante el periodo que transcurrió hasta la celebración de la Santa Misa se realizaron diferentes actos teatrales y musicales, intercalados por experiencias de vida de los diferentes representantes de cada movimiento.
La Eucaristía, que culminó con el encuentro, fue celebrada por Mons. Andrés Arteaga, obispo auxiliar de Santiago y Vicario Episcopal para la Cultura y las Asociaciones Laicales, y concelebrada por sacerdotes asesores eclesiales de los movimientos, como por otros que se sumaron a esta iniciativa de la Iglesia.
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