imagen_493_1“Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del Cielo”.

Con estas palabras el Beato Pío XII, Sucesor de Pedro, proclamaba solemnemente el 1 de noviembre de 1950 en la Constitución Munificentisimus Deus, el dogma de la Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos en cuerpo y alma.imagen_493_2

Desde entonces, todos los años la Iglesia Católica se regocija festejando este privilegio de la Madre de Dios. Así pues, los fieles de la Parroquia Nuestra Señora de la Providencia no dejaron pasar la ocasión para participar de dicha fiesta, celebrando de manera muy solemne la Santa Eucaristía.

Al son de las trompetas, el cortejo de entrada encabezado por la Imagen Peregrina del Inmaculado Corazón de María, dio inicio a la liturgia. Al llegar al presbiterio la imagen de María Santísima fue coronada y luego aclamada por los aplausos calurosos de los fieles asistentes.imagen_493_3

La Santa Misa presidida por el Padre Juan Mundaca y concelebrada por el Padre Gerardo Strohmann, contó con la presencia de dos diáconos de los Heraldos del Evangelio recientemente ordenados, el pasado 1 de julio.

Al término de la Eucaristía tres jóvenes aspirantes de los Heraldos, realizaron su consagración a Nuestro Señor Jesucristo, por manos de María Santísima.